La conquista de Tenochtitlan, narrada por los indígenas


En el libro de Miguel León Portilla Visión de los Vencidos se recogen diferentes recuentos indígenas de la conquista de México-Tenochtitlan, lo cual contrasta con las fuentes más "populares" que refieren la visión que los españoles—es decir, los vencedores— tienen de su propia victoria.
Uno de los capítulos del libro consiste en un recuento no por parte de los tenochcas, sino de sus vecinos—en la misma isla del lago Texcoco— los tlatelolcas, que se aliaron con los primeros para defenderse del asedio español. A continuación, presentamos algunos fragmentos de dicho relato.

Fragmentos de la Relación de la Conquista
Cortés en Tenochtitlan
Y luego vino a llegar hasta Tenochtitlan. Llegó en el mes de Quecholi, en un signo del día 8-Viento.
Y cuando ya llegó acá a Tenochtitlan, luego le dimos gallinas, huevos, maíz blanco, tortillas blancas, y le dimos qué beber. Entregamos pastura para los venados (caballos) y leña.
Por una parte le hizo entrega de dones el de Tenochtitlan y por otra le hizo entrega de dones el de Tlatelolco.
Entonces el capitán marchó a la costa. Dejó a don Pedro de Alvarado (apodado) "El Sol".    

La matanza del Templo Mayor en la fiesta de Tóxcatl
En este tiempo van a preguntar a Motecuhzoma en qué forma han de celebrar a su dios. Él les dijo: 
—Ponedle todo lo que es su atavío propio. Hacedlo.
En este tiempo fue cuando dio órdenes "El Sol" (Alvarado): ya está atado Tlacochcálcatl, preso Motecuhzoma y el de Tlatelolco, Itzcohuatzin. (...)
Luego le ponen a Huitzilopochtli todo aquello con que se adorna, sus ropas de papel y todos los atavíos que le son propios. Todo se lo pusieron.
Luego ya cantan sus cantos los mexicanos. Así lo estuvieron haciendo el primer día.
Aún pudieron hacerlo el segundo día: comenzaron a cantar y fue cuando murieron tenochcas y tlatelolcas.      
Los que estaban cantando y danzando estaban totalmente desarmados. Todo lo que tenían eran sus mantillos labrados, sus turquesas, sus bezotes, sus collares, sus penachos de pluma de garza, sus dijes de pata de ciervo. Y los que tañen el atabal, los viejecitos, tienen sus calabazos de tabaco hecho polvo para aspirarlo, sus sonajas.      
A éstos (los españoles) primeramente les dieron empellones, los golpearon en las manos, les dieron bofetadas en la cara, y luego fue la matanza general de todos éstos. Los que estaban cantando y los que estaban mirando junto a ellos, murieron.      
Nos dieron empellones, nos maltrataron por tres horas. En donde mataron a la gente fue en el Patio Sagrado.      
Luego se meten (los españoles) dentro de las casas (del templo) para matar a todos: a los que acarreaban el agua, a los que traían la pastura de los caballos, a las que molían, a los que barrían, a los que estaban de vigilancia.       
Pero el rey Motecuhzoma acompañado del Tlacochcálcatl de Tlatelolco, Itzcohuatzin, y de los que daban de comer a los españoles, les dicen:      
—Señores nuestros . . . ¡Basta! ¿Qué es lo que estáis haciendo? ¡Pobres gentes del pueblo! ¿Acaso tienen escudos? ¿Acaso tienen macanas? ¡Andan enteramente desarmados!
Cuando llegó acá el capitán, ya nos había matado "El Sol" (Alvarado). Hacía veinte días que el capitán había partido para la costa cuando nos mató a traición "El Sol".      
Cuando llegó acá  el capitán no fue recibido con guerra; en paz y calma entró acá. Hasta el día siguiente lo atacamos con fuerza y así dio principio la guerra.        

La Noche Triste
En consecuencia luego salieron de noche. En la fiesta de Tecuílhuitl salieron; fue cuando murieron en el Canal de los Toltecas. Allí furiosamente los atacamos.  
Cuando de noche salieron, primero fueron a reconcentrarse en Mazatzintamalco. Allí fue la espera de unos a otros cuando salieron de noche.      
Año 2-Pedernal. Fue cuando murió Motecuhzoma; también en el mismo tiempo murió el Tlacochcálcatl de Tlatelolco, Itzcohuatzin.      
(...) Entonces se difundió la epidemia: tos, granos ardientes, que queman.        

El regreso de los españoles 
Cuando ha pasado un poco la epidemia, ya se ponen en marcha. Van a salir a Tepeyácac, fue el primer lugar que conquistan.      
Se van de allí: cuando es la fiesta de Tomar Licol (Tlahuano), van a salir a Tlapechhuan. Es la fiesta de Izcalli.      
A los doscientos días vinieron a salir, se vinieron a situar en Tetzcoco. Estuvieron allí cuarenta días.      
Luego ya vienen, de nuevo vienen en seguimiento de Citlaltépec. A Tlacopan. Allí se establecen en el Palacio.      
Y también se metieron acá los de Chiconauhtla, Xaltocan, Cuauhtitlan, Tenayucan, Azcapotzalco, Tlacopan, Coyoacan.      
Por siete días no están combatiendo.      
Estaban solamente en Tlacopan. Pero luego de nuevo retroceden. No más se van todos juntos y por allá van a salir, para establecerse en Tetzcoco.      
Ochenta días y otra vez van a salir a Huaxtepec, Cuauhnahuac (Cuernavaca). De allá bajaron a Xochimilco. Allí murió gente de Tlatelolco.
Otra vez salió (el español) de allí; vino a Tetzcoco, allí también a situarse. También en Tlaliztacapa murieron gentes de Tlatelolco.      
Cuando él se fue a situar a Tetzcoco fue cuando comenzaron a matarse unos con otros los de Tenochtitlan.      
En el año 3-Casa mataron a sus principes el Cihuacóatl Tzihuacpopocatzin y a Cicpatzin Tecuecuenotzin. Mataron también a los hijos de Motecuhzoma, Axayaca y Xoxopehuáloc.       Esto más: se pusieron a pleitear unos con otros y se mataron unos a otros. Esta es la razón por la que fueron muertos estos principales: movían, trataban de convencer al pueblo para que se juntara maíz blanco, gallinas; huevos, para que dieran tributo a aquéllos (a los españoles). (...)

El asedio de Tenochtitlan
Ya se ponen en pie de guerra, ya van a darnos batalla (los españoles). Por espacio de diez días nos combaten y es cuando vienen a aparecer sus naves. A los veinte días van a colocar sus naves por Nonohualco, en el punto llamado Mazatzintamalco.      
Cuando sus naves llegaron acá, llegaron por el rumbo de Iztacalco. Entonces se sometió a ellos el habitante de Iztacalco. También de allá se dirigieron acá. Luego se fueron a situar las naves en Acachinanco.      
También desde luego hicieron sus casas de estacamento los de Huexotzinco y Tlaxcala a un lado y otro del camino. También dispersan sus barcos los de Tlatelolco. Éstos están en sus barcas en el camino de Nonohualco, en Mazatzintamalco están sus barcas. (...)
Los españoles vinieron a colocar dos cañones en medio del camino de Tecamman mirando hacia acá. Cuando dispararon los cañones la bala fue a caer en la Puerta del Águila.      
Entonces se pusieron en movimiento juntos los de Tenochtitlan. Tomaron en brazos a Huitzilopochtli, lo vinieron a meter en Tlatelolco, lo vinieron a depositar en la Casa de los Muchachos (Telpochcalli), que está en Amáxac. Y su rey vino a establecerse a Acacolco. Era Cuauhtemoctzin.
Así las cosas, finalmente, contra nosotros se disponen a atacar. Es la batalla. Luego llegaron a colocarse en Cuepopan y en Cozcacuahco. Se ponen en actividad con sus dardos de metal. Es la batalla con Coyohuehuetzin y cuatro más.      
Por lo que hace a las naves de ellos, vienen a ponerse en Texopan. Tres días es la batalla allí. Vienen a echarnos de allí. Luego llegan al Patio Sagrado: cuatro días es la batalla allí.       Luego llegan hasta Yacacolco: es cuando llegaron acá los españoles, por el camino de Tlilhuacan.      
Y esto fue todo. Habitantes de la ciudad murieron dos mil hombres exclusivamente de Tlatelolco. Fue cuando hicimos los de Tlatelolco armazones de hileras de cráneos (tzompantli). En tres sitios estaban colocados estos armazones. En el que está en el Patio Sagrado de Tlilancalco (casa negra). Es donde están ensartados los cráneos de nuestros señores (españoles). (...)
Y así las cosas, vinieron a hacernos evacuar. Vinieron a estacionarse en el mercado.      
Fue cuando quedó vencido el tlatelolca, el gran tigre, el gran águila, el gran guerrero. Con esto dio su final conclusión la batalla.  
Fue cuando también lucharon y batallaron las mujeres de Tlatelolco lanzando sus dardos. Dieron golpes a los invasores; llevaban puestas insignias de guerra; las tenían puestas. Sus faldellines llevaban arremangados, los alzaron para arriba de sus piernas para poder perseguir a los enemigos. (...)
Por fin de cuentas todos nos pusimos en movimiento hacia Amáxac. Hasta allá  llegó la batalla.      
Luego fue la dispersión, no más por las cuestas están colocadas las gentes. El agua está  llena de personas; los comienzos de los caminos están llenos de gente.        

La ciudad vencida 
Éste fue el modo como feneció el mexicano, el tlatelolca. Dejó abandonada su ciudad. Allí en Amáxac fue donde estuvimos todos. Y ya no teníamos escudos, ya no teníamos macanas, y nada teníamos que comer, ya nada comimos. Y toda la noche llovió sobre nosotros.    

Prisión de Cuauhtémoc 
Ahora bien, cuando salieron del agua ya van Coyohuehuetzin, Topantemoctzin, Temilotzin y Cuauhtemoctzin. Llevaron a Cuauhtemoctzin a donde estaba el capitán, y don Pedro de Alvarado y doña Malintzin.


Referencia

León Portilla, M. (Comp.) (s.f.) Una visión de conjunto: Relación de la conquista(1528) por informantes anónimos de Tlatelolco. En Visión de los Vencidos(pp. 131-150). México: Universidad Nacional Autónoma de México. 

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