(¿) Filosofía Latinoamericana (?)
Se preguntarán los lectores por qué la presencia de los
signos de interrogación, no tan sutilmente colocados entre paréntesis, en el
título. La respuesta es que, si bien mucho se habla de filosofía latinoamericana,
la existencia de la misma es, en sí, un problema filosófico. Quizá, habría que
añadir, el primero al que se enfrentan los pensadores que defienden su
existencia.
La razón de dicho debate—si existe o no existe—hay que
buscarla en una pregunta de mayor rango: ¿existen las filosofías nacionales o
regionales? ¿O solo existe una única filosofía, que no se determina por el
lugar de procedencia del filósofo?
Así—según hemos visto en el curso del cual este blog es
bitácora— se dan tres posturas fundamentales sobre la existencia de filosofías
nacionales o regionales:
(a) una
postura universalista, que
precisamente señala la universalidad de la filosofía, la cual no está
determinada por ningún contexto regional de origen—se señala que es tan absurdo
hablar de una filosofía latinoamericana o española o francesa como hablar de
una matemática china o de una química árabe.
(b) una
postura nacionalista, que señala la
total influencia del lugar de origen en la forma de pensar del filósofo, a
través de la injerencia de un "espíritu nacional" propio de la
idiosincrasia de su pueblo.
(c) una
postura intermedia o perspectivística/circunstancialista que
acepta que la filosofía presenta problemas y respuestas universales, pero que
la expresión de estos por parte del filósofo se ve influenciada por su
"mundo vital", su contexto cultural, social, y por ende,
nacional-regional. Esta influencia es relativa, no absoluta y determinadora.
Por tanto, siguiendo la tesis de que es lícito hablar de
una filosofía latinoamericana—yo personalmente me inclino hacia una comprensión
desde la postura intermedia—, cabe hacerse otras preguntas: ¿desde dónde se
inicia esta? ¿Es posible señalar etapas, períodos, en su desarrollo?
Esto lo dejaremos para otra entrada.
Comentarios
Publicar un comentario